top of page
  • GUA 3.0

El ajedrez en la empresa

¿Quién no ha jugado alguna vez una partida de Ajedrez?. Los que lo hemos hecho sabemos que para poder mantenerse en el juego o ganar, debemos ubicar todas y cada una de las piezas estratégicamente de tal manera que podamos cubrir, cuidar y proyectar cada una de nuestras posiciones.


COFIASA

En un determinado momento, nos damos cuenta que no existe pieza grande o pieza pequeña (a nivel de importancia), ya que todas cumplen un papel preponderante en el momento apropiado dependiendo de la destreza del jugador. La particularidad de cada una es que puede moverse en una determinada dirección, a una determinada velocidad pero al final siempre dependerá del equipo en su conjunto para salir adelante.


Imaginemos que empezamos un juego únicamente con peones en la primera fila y con solo torres en la segunda; perderíamos la destreza de poder movilizarnos en forma vertical o de poder fijar posiciones en otros ángulos. Si por el contrario, jugaríamos únicamente con alfiles y caballos, perderíamos la solidez de avanzar y de posicionarnos mientras conquistamos nuevos territorios.


Si trasladamos esta realidad a una organización, nos damos cuenta que probablemente se presenten los mismos casos. Una empresa industrial no podría cumplir sus objetivos con solo obreros trabajando en todas las áreas, ni mucho menos con funcionarios haciendo todo tipo de trabajos, cada uno tiene una finalidad específica dentro de la organización, se mueve y comporta de acuerdo a ciertos parámetros pre establecidos dependiendo del cargo y el nivel de responsabilidad. Lo indispensable es que todos “empujen el coche” en el mismo sentido.


El problema se presenta cuando por el tiempo o la experiencia, algunas personas creen que pueden intervenir en cuanta decisión se tome en la empresa y prácticamente acaban metiéndose en cosas que no les competen. Hace algún tiempo trabajé en una organización que se enfocaba en los resultados más que en otra cosa, tuve la oportunidad de conocer a una colaboradora, cuyo desempeño atrajo mucho mi atención, no precisamente por su eficiencia y eficacia, sino mas bien por la falta de estas en su desarrollo profesional, veamos:


Lo primero que me llamo la atención al conocerla fue que probablemente era la persona más ocupada de toda la empresa, la podías ver correr por la oficina todo el día, entraba y salía continuamente, además, a pesar que trabajaba con varias personas en la misma área, estas no parecían compartir el mismo deseo de cumplir la meta y por obviedad no los veías tan ocupados como a ella, por el contrario, pasaban los días tranquilamente en la oficina sin mayor preocupación, por lo tanto había también atrasos a nivel de resultados, un día dicha trabajadora se enfermo por su exceso de estrés y tuvo que tomar un respiro por algunos días, entonces algo mágico sucedió. La organización empezó a funcionar a la perfección sin su presencia, de hecho a pesar de su ausencia, se cumplieron las metas y se veía trabajar como nunca a los demás colaboradores, ¿Qué paso? ¿Cuál fue la razón para que repentinamente su departamento cumpliera los objetivos? cosa que no habían logrado antes. Comparto con ustedes mis pensamientos al respecto:


Lo que sucedió al igual que en el Ajedrez es que había una pieza que se movía y trataba de tomar decisiones haciendo las veces de Rey hasta Peón, lo que no solo incomodaba al resto de la organización, sino que a la vez generaba conflictos internos que no hacían más que disminuir la productividad.


Es cierto que en el Ajedrez un Peón puede anhelar convertirse en cualquier otra pieza con mayores privilegios, pero para eso al igual que en la empresa, debe caminar un gran trecho y demostrar en todo momento lo importante y trascendente que es su trabajo, especialmente frente a las personas con las cuales labora, solo así se logrará al final, el tan ansiado reconocimiento a nuestro esfuerzo y el sentimiento de haber hecho lo correcto, como ganar en una partida de Ajedrez.

2 visualizaciones0 comentarios

Entradas Recientes

Ver todo
bottom of page